A Inglaterra, la cuna de la usura bancaria internacional, no le alcanza con haber invadido territorio soberano de Latinoamérica, tampoco con instalar en las islas Malvinas la mayor base de la OTAN en Sudamérica (sospechada de poseer armamento nuclear), o denostar a Brasil al haber puesto a un barrendero brasilero a limpiar el final de sus vergonzosos juegos olímpicos.
De acuerdo a los recientes hechos de relevancia internacional, Inglaterra se siente más cómoda liberando a un dictador como Pinochet y pretende ser el paladín de la justicia haciendo amenazas de asaltar por la fuerza la embajada de Ecuador.
Las circunstancias y los protagonistas del caso de Julian Assange, a quien el gobierno de Ecuador decidió concederle el asilo político el jueves, han generado preguntas sobre los paralelos y las diferencias con otra controversia sobre extradición que involucró al gobierno británico y a un país latinoamericano: la pelea por la extradición para su juzgamiento por crímenes de lesa humanidad del dictador Augusto Pinochet a fines de los los años 90.
En medio de la enorme polémica que ha causado la solicitud de asilo del fundador de Wikileaks en la embajada ecuatoriana en Londres y los esfuerzos de Reino Unido por extraditarlo a Suecia fue la propia madre del periodista australiano la que lanzó la inevitable comparación.
«Deberían anular esa ridícula orden de extradición, como hicieron con Pinochet», le dijo recientemente a BBC Mundo Christine Assange.
En el caso del dictador chileno, Reino Unido no facilitó su extradición para responder a requerimientos judiciales en España, mientras que ahora parece esforzarse por entregar a Assange a las autoridades suecas.
La ciudad de Londres, la posibilidad de una extradición y el nombre del exjuez español Baltasar Garzón son algunos elementos comunes que, a primera vista, están presentes en el caso que en 1998 se le siguió al dictador Pinochet y en el que actualmente se le sigue a Assange.
En el primero, Garzón fungió como acusador. En el segundo, el de defensor.
El 17 de octubre de 1998, el dictador Pinochet fue arrestado cuando visitaba Londres tras una orden emitida en España por el entonces juez Garzón.
El magistrado pidió su extradición por cargos relacionados con el asesinato y la tortura de ciudadanos españoles durante su régimen, entre 1973 y 1990.
Casi 14 años después, el 24 de julio, la organización WikiLeaks anunció que el mismo Garzón, ya despojado de su investidura de juez en España, asumiría la «dirección jurídica» del equipo legal de Assange.
Por otro lado la Cancillería rusa ha manifestado su perplejidad con respecto a la negativa del Reino Unido de dar asilo diplomático a Julian Assange, puesto que anteriormente el Gobierno británico negó a Rusia la extradición de sospechosos de graves crímenes.
“Es comúnmente conocido que en el Reino Unido han encontrado asilo y se sienten protegidos decenas de sospechosos de crímenes graves, cuya extradición están intentando lograr otros países, Rusia incluida. ¿Qué pasa entonces con el derecho a asilo para Assange, teniendo en cuenta que la concesión de asilo para esta categoría de personas es una verdad absoluta para Londres?”, dice la declaración de la portavoz oficial del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Si consideramos la manera como Inglaterra se conduce y tratando de imaginar su política imperial, no sería nada extraño o descabellado, que tome por la fuerza la embajada de Ecuador, y porque no también imaginar que podría meter preso al embajador por atreverse a darle asilo a Assage, y dando aún mas vuelo a las suposiciones, porque no imaginar que invada Ecuador, invada Argentina, y desde la base de la OTAN en las Islas Malvinas dispare varios misiles hacia Sudamérica, apoderarse del petróleo brasilero, porque no del Amazonas y ya que esta de paso del cobre y litio de Chile.
Claro, son solo suposiciones o no lo serán tanto???
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