El descubrimiento está compuesto de más 50.000 piezas arqueológicas con un gran valor económico y simbólico. El lugar, donde se encontraron los objetos, que datan de unos 250 años después de Cristo, habría servido tanto para investir a los gobernantes como para enterrarlos.
Los restos de los gobernantes de la ciudad prehispánica, fundada hace unos 2.500 años y donde se encuentran las famosas pirámides del Sol y la Luna, aún no han sido hallados. Sin embargo, los arqueólogos consideran que podrían llegar hasta los restos de esos gobernantes a finales del 2015.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por Naciones Unidas, Teotihuacán alcanzó su apogeo entre los años 250 y 500 d.C., cuando tuvo una población cercana a los 150.000 habitantes y llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo después de Constantinopla y Alejandría.