Desarrollan robot que devora organismos vivos para obtener energía

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No son las máquinas de la película Matrix pero es un robot autosuficiente de estructura «blanda» con una especie de boca e intestinos que obtiene su energía eléctrica de un caldo de organismos vivos.

En un baño de laboratorio en Bristol, Reino Unido, esta un limpiador robótico, atiborrándose a sí mismo de su entorno. Es capaz de obtener suficiente energía para llenar otro estómago completo de comida, antes de expulsar sus residuos y repetir el proceso. Este no es un robot ordinario.

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Desarrollado por colaboración de Bristol, este robot imita la vida de las salpas, que son organismos marinos blandos en forma de tubo.

Las Salpas tienen una abertura en cada extremo, uno para tomar el alimento y otro para evacuar residuos, con aspecto de barril gelatinoso casi transparente, son especialmente interesantes para los científicos, pues por increíble que parezca y a pesar de parecer medusas, estructuralmente son más parecidas a los humanos. De hecho, se especula con la posibilidad de que el complejo sistema nervioso de los humanos haya evolucionado a partir de un sistema similar al de las salpas.

Lo mismo valdría ahora para el bio-robot de Bristol. Con la apertura de su «boca», hecha de una membrana de polímero suave, el robot puede aspirar en su vientre lleno de agua, material biológico y nutrientes.

La tripa artificial – una pila de combustible microbiana (MFC) – está lleno de hambrientos microbios que descomponen la biomasa y convierten su energía química en energía eléctrica, que alimenta el robot.

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Digerido los desechos se expulsan hacia fuera por el extremo posterior, así como mientras más agua es aspirada por el frente para continuar siendo alimentado. Con cada bocado, se reponen las reservas del robot, por lo que en teoría podría vagar indefinidamente.

«Extraer la energía suficiente para ser auto-suficiente es el verdadero avance,» dice Fumiya Iida, un investigador de robótica de la Universidad de Cambridge.

La energía que un MFC podría obtener de estos alimentos actualmente es bastante baja. Pero mediante el uso de materiales blandos para la boca y el intestino, el equipo fue capaz de reducir el consumo de energía del robot. Consiguieron más poder poniendo varios MFCs en serie, como una batería.

Una de las ventajas de un robot autosuficiente es que usted no tiene que recargarlo, cambiarle las pilas o conectarlo a una fuente de energía, no necesita ninguna intervención humana. Esto sería ideal para su uso en entornos inhóspitos: dejar el robot en una zona de desastre radiactivo o un lago lleno de contaminación y luego dejar que comienze a trabajar.

Por el momento, es sólo una prueba de concepto. El agua circundante es idealizada, lo que significa que los nutrientes han sido distribuidos uniformemente y en una forma fácil de digerir, pero otros investigadores han demostrado que los MFCs pueden trabajar en distintas condiciones de prueba.

Ahora que se ha logrado la autosuficiencia, el equipo quiere conseguir más energía para que el robot puede comenzar a realizar tareas útiles.

«En el futuro, robots como este se podrían liberar en el mar para recoger la basura,» dice Hemma Philamore, uno de los creadores del robot de la Universidad de Bristol. Otra aplicación podría ver a los robots alimentandose mientras realizan monitoreo de plantas o la aplicación de productos químicos a los cultivos en sistemas de riego agrícola. «Lo que estamos desarrollando es un robot que puede actuar de forma natural, en un entorno natural,» dice Philamore.

Esperemos que esto no sea el comienzo de una generación de robots y máquinas que para obtener su energía terminen usando a los humanos como baterías biológicas tal como nos cuenta la película de ciencia ficción Matrix.

Fuente: https://www.newscientist.com/article/2110645-soft-robot-with-a-mouth-and-gut-can-forage-for-its-own-food/

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